Mis relatos favoritos

Al atardecer, mientras Sade mece mis neuronas como las olas del mar lamen las rocas, ofrezco alojamiento gratuito a la serenidad del alma, difícil de encontrar en los rincones de mi carcasa.

Intento escribir, imaginar y no puedo.

Me desespero. Leo y reviento.

Vuelvo a la página y una tramposa idea alivia la tensión:

"Estás de vacaciones, date un respiro, busca tus relatos perdidos, los que más te gustaron si es que ahora pasan la criba y recuperalos aquí, por si hubiera vecinos nuevos que al pasar, exclamen ufanos, ¡Mira Sofía, si nos trae nuevos cuentos! Tú les explicas que no, que no se te ocurren, que los has rescatado del olvido de tus otros blogs -ya abandonados- como a hijos descarriados que sin tu ayuda no supieran regresar. Y todos contentos. No, tú no, ya sé que nunca te sentirás satisfecha, pero reconoce que postergas la sensación de vacío... como Escarlata O`Hara y sus tribulaciones".

De acuerdo. Aquí recupero los relatos que se fueron quedando enganchados en las telas de araña de esta Red que me dió la vida hace siete años.

Poco a poco.

Espero que os gusten, no sé escribir, me lo dicta el corazón. Corregidme si algo chirría en vuestras mentes.