martes, 4 de marzo de 2008

El regreso


El ventano del Diablo, Cuenca, ya sabéis los que me vais siguiendo la pista. Necesitaba volver para cerrar los círculos que mi piedra redonda describe a lo largo de su rodar.

Esta vez las fotos son mías (mi tessorooooohhh) y casi provoco el desmayo de J. por apoyarme en la barandilla inexistente del hermoso balcón natural.

Si el paisaje es revitalizante, el paseo no lo es menos. Las curvas se aferran a tu centro gravitatorio, y te sientes feliz porque los moteros que te cruzas levantan sus manos sin olvidar un saludo que incluye, te enreda en otro núcleo solidario y desconocido, que sin nombrarte ya te abraza, te protege.

Lo importante es ir hacia el fin del mundo y regresar, lo definitivo es el camino, lo que vas encontrando y saboreando, respirar hondo cuando detienes la marcha para tomar conciencia de lo vivido y volver sin estar nunca más en el mismo sitio porque has cambiado, no serás nunca aquella persona que se fue.

Intento sacarme la piel que he llevado puesta estos años, como una serpiente que se muda antes de tiempo, por eso no se me quita el frío, pero es igual, necesito renovarme, brillar, recuperar la sensibilidad de mis terminales nerviosos, erizar mi piel y expandirme hacia donde las extremidades alcancen. También las de mi cerebro, algo entumecido estos meses de atrás.

La ciudad donde vivo me abre sus puertas y me fundo con ella porque quiero mirar hacia el cielo y superar el miedo a elevarme. Volar.Volar.

Esta semana he recuperado mis conexiones y la admiración y la envidia cochina reborbotean en mis entrañas... Nunca estuve a la última tecnológicamente hablando, pero es que mis colegas han despegado literalmente los dedos del teclado y ya flirtean con mi ciencia ficción. ¡Estoy encantada! En serio, David Gil ha puesto pero que bien guapa su web y no nombro a uno de mis masters preferidos porque las malas lenguas dicen que lo haces por atraer lectores, ... ¡qué coño, si nunca me importó si me leían o no, no voy a generarme un trauma más con la autocensura! Pues eso que el Gran Houdini de la Red, David de Ugarte afronta las estaciones del año como Fernando Alonso las curvas de Le Mans, sonriendo y con la vista fija en un futuro más versátil y fugaz que pueda dar paso a otro más avispado si cabe siquiera soñarlo...

Yo que vivo con un pie en el pasado y otro en un presente que está muriendo ahora mismo, ni con maromas consigo engancharme a ese devenir vertiginoso, alegre, prometedor. De todas formas, como soy pesada y no me rindo cuando algo me fascina, aquí me quedo, siempre detrás, siempre "espiando", pero dispuesta a disfrutar con lo que los demás nos dejan de recuerdo en la cuneta.

Mientras tanto, The Homeless Bones pelean con el infortunio de verse atrapados por la pringosa red de la $$$$, cuando quieren actuar en un concierto y los cobardes se encojen y esconden arriesgando campaña electoral cuando creen que en realidad la salvan y perdiendo dignidad y votos a raudales, como los caudales de los ríos de nuestro país, que se secan mientras proliferan los campos de falsas praderas...

La cosa por otros lados no mejora si no que empeora por momentos: En Talavera se divertían quitándole la vida a otros seres vivos que según parece son de tan mísera categoría que sólo sirven para morir a manos de salvajes que se deben aburrir mucho y sus escrúpulos son más anchos que la Castilla que los acoje y que en su mayoría debería repudiarlos y exigir que cumplan la condena que se merecen por matar. El que mata es un asesino.

Por si creíais que iba a dejar el post tan dramáticamente, os aseguro que esta tarde lo mejoro sin duda con Óscar Nebreda que estará a partir de las 19.30h, en el Centro Cultural de Castilla la Mancha (c/ Parque San Julián, 20 ENTRADA LIBRE), en el ciclo de Conferencias de Humoristas Gráficos que organiza la UIMP.

Bueno, bueno, no me queda más que decir por hoy, que tengo que ponerme a imaginar una comida en la que los hidratos de carbono y las verduras frescas combatan a muerte con mi colesterol malvado y lo arrinconen y lo destierren, o mejor dicho descuerpen, porque lo quiero fuera de mi organismo pero a la orden de ¡YA! Por cierto, adoro el jamón ibérico pero como la ética y mi deseo incontrolable de Salud me reclaman, llevo varias semanas flirteando con la dieta vegetariana y me siento mucho mejor, más energética y feliz.

Os recomiendo, para terminar (lo que me cuesta despedirme) este libro:
ERES LO QUE COMES de la doctora Gillian Mc Keith. Nada de dietas, nada de básculas, sólo jugar con la comida abundantemente sana y a flipar con la figurita que se te queda.

Ya hablaremos de todo esto y más...

Ciao!


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