lunes, 30 de julio de 2007

Bombas de racimo: la muerte interminable.

Me sumo a la campaña de Human Rights Watch que intentará que se erradique el uso de las bombas de racimo, tras leer el llamamiento a la solidaridad de Francisco Polo en su blog.
Pinchad en los enlaces -en el de Francisco Polo encontraréis una traducción del anuncio de la campaña-, porque los muertos que nos reclaman son en su mayoría niños, que recogen estos deshechos del crimen creyendo que son juguetes. Los artefactos que dispersan las bombas de racimo permanecen en los campos, en las ciudades, por todas partes, y recuerdan que el conflicto nunca acabará mientras estas malditas bombas sigan fabricándose y utilizándose, ya que permanecen latentes haya terminado o no la guerra de turno, hasta que un campesino, o un niño o una mujer que recoge los destrozos de su vida para rehacerla, se topan con semejantes tubérculos explosivos y sufren las espeluznantes consecuencias. Amputaciones y muerte... ¡Qué vergüenza que España sea uno de los fabricantes!

¡Que el calor del verano no licúe nuestra solidaridad! Nosotros vivimos muy tranquilos pero la paz de nuestros días la fabrican guerras y muertes no tan lejanas...

Que la conciencia no os estropee unas buenas vacaciones.

Y perdón por la moralina.

lunes, 23 de julio de 2007

Mi querido revolusionario

A la espera de poder subir nuevas fotos del figura, he de comentaros que el 30 cumplirá cuatro meses, que se ha convertido en un tipo esbelto y "afilado", cuyos ojillos de ratón traslucen una ternura que antes disimulaba, el muy desconfiado. Ya se siente tan agusto con esta nueva familia que defiende con fieros ladridos su puerta al menor ruido que le desvele de la siesta y, ¡por fin! su rabito destila emociones como alegría, espectativas de juego, confianza... Sabe que si te besa le devuelves mil carantoñas y que las caricias en la barriga son algo delicioso por lo que merece la pena dejar los colmillos quietos aunque sea un ratillo corto. Confieso que cada día le cuesta menos besar y más apretar la mandíbula con tu nariz dentro.

En cuanto a la inteligencia, se desarrolla velozmente a la vez que la comprensión de nuestros gestos y tonos de voz. Hasta participa de las bromas absurdas de J. y aguanta con estoicidad los 35 kilos de Rita cuando le da por aplastarlo sin conmiseración. Lo que más me emociona es agacharme en mitad del bosque y, gesticulando sin un sólo sonido, activo no se qué botoncillo del amor por el cual corretea alegre directamente a lanzarse contra mis brazos sin dudarlo. No escatima la carrera por mucho calor que tenga o polvoriento se encuentre el sendero.

Ya pesa 12 kilos aunque las costillas se empeñan en aparecer en su lomo por más alimento que trague el "monstruo de las galletas". Está comiendo el doble de lo que recomiendan las tablas de su pienso, con propinas naturales incluidas y, desde luego, crece pero no engorda... ¡Qué manía más mediterranea esa de confundir salud con lorzas! ¿Verdad?

Nos deja dormir la siesta y exige terminantemente que le bajes a la calle a cumplimentar con vejiga o intestinos, dependiendo del momento.

Puedo contaros -bajito- que aún no hemos tenido que inventariar desperfectos. No muerde zapatillas, cables, ni patas del mobiliario; cierto que no le faltan juguetes, ni espacio y dedicacion por nuestra parte a la hora de quemar energías correteando por ahí, aunque tampoco es cuestión de quitarle méritos al niño. Trasto pero noble.

Ha sufrido la Tos de las perreras y las giardias, criatura, cómo te dejan las vacunas, a merced de todo bicho viviente menos (a veces) del que te han vacunado... pero la ley obliga, qué se le va a hacer. De ambas ha salido reforzado e inmunizado por lo menos durante algunas semanas. Esperemos que los parques de mi nuevo barrio, con el sol agobiante del estío, hayan cocido todo tipo de bacterias y virus porque, como la mayoría de la gente no recoge los excrementos de sus perros, dejan a los demás desprotegidos, así nos va... Tengo que decirle al alcalde que haga el favor de suministrar bolsas de excrementos gratuitamente como hacen en Madrid, es la única manera de que la ciudadanía tenga su pescado congelado en bolsas de plásticos reclicados como se merece y las cacas a buen recaudo en los contenedores de basura.

¡Ahora mismo me pongo a escribir al Ayto. de Cuenca, hombre!

viernes, 20 de julio de 2007

Censura

ACTUALIZACIÓN lunes 23 de julio de 2007:

Acabo de revisar los blogs y no puedo por menos que incluir al Teleoperador en mi artículillo, porque se supera cada día. Y yo que me sentía satisfecha por el retoque a la portada del Jueves haciendo alusión -en sepia- a que los tiempos pasados están más actuales que nunca... No os perdáis los enlaces de sus colegas comentaristas, tampoco tienen desperdicio, claro.
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Sé cómo acabar este pequeño ataque de rabia y, sin embargo, no sé cómo comenzarlo. A la vez me pregunto si debería importarme tanto como lo hace o si mejor me dedico a lo que debería, mi novela en ciernes.

Realmente (me ha salido sin querer), me sorprende cómo en pleno siglo XXI, superadas dos guerras mundiales y una civil, un golpe de Estado y cientos de atentados terroristas, amén de amenazas eclesíasticas con retirarnos el cielo y su coro celestial o embutirnos en apartamentos de minimetros cuadrados, no seamos capaces de reírnos de nosotros mismos y no consigamos dejar al pueblo y a sus ciudadanos hablar alto y claro y opinar sobre lo que nos cuesta tanto y nos obliga tanto.

Voy a empezar como siempre que no entiendo bien las cosas. Y lo que no llego a entender es qué tipo de leyes decrépitas nos avalan, entre tantas otras dudas existenciales que me nublan la sesera los últimos 37 años, ya son dudas y ya son años, I know.

"Censura", resulta curiosa la primera acepción que aparece en el Diccionario de la Real Academia española: 1.- Dictamen y juicio que se hace o da acerca de una obra o juicio. Ya me esperaba yo el mazo desde el principio, advirtiendo que "el que la hace, la paga", pero no, muy al contrario, hay que esperar hasta la quinta para observar que entrando la Iglesia en juego, ya no nos andamos con chiquitas... 5. f. Pena eclesiástica del fuero externo, impuesta por algún delito con arreglo a los cánones. Y pienso yo, ¿qué pasa que siempre acaban de la mano los poderes espirituales y los de rancio abolengo? ¿Y qué pintan los jueces en todo esto? No eran señores tendentes a la ceguera imparcial? Cualquiera no se queda ciego si aún tenemos por el Código Penal semejante ristra de artículos...

"Justicia" ¿Una de las cuatro virtudes cardinales? ¿Atributo de Dios...???? Otro inciso que me viene a la mente según leo las entradas de la regia academia de la lengua... ¡Anda que no estás vieja tú, querida! ¡Y todavía pretendes pastorear nuestras lenguas como si de mesnadas mediavales se tratara.

CAPÍTULO II.
DELITOS CONTRA LA CORONA.

Artículo 490.3: "el que calumniare o injuriare al Rey o a cualquiera de sus ascendientes o descendientes, a la Reina consorte o al consorte de la Reina, al Regente o a algún miembro de la Regencia, o al Príncipe heredero de la Corona, en el ejercicio de sus funciones o con motivo u ocasión de éstas, será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años si la calumnia o injuria fueran graves, y con la de multa de seis a doce meses si no lo son".
Yo creo que la portada de El Jueves es inteligente, divertida, expresiva y sobre todo, sincera y directa. Tal vez no se pueda utilizar como ejemplo de la elegancia ni el glamour, pero El Jueves es así, como yo y como tantos súbditos del reino ¿a quién pilla de sorpresa? Sólo los fundamentalistas de la corona se han sentido ofendidos por la caricatura. Es una verdad como un templo que además de estar ahogados por el ladrillazo, los bancos y demás chupópteros, la monarquía gasta más de lo que nosotros podemos ahorrar trabajando a destajo. Mileuristas, parados, los que estamos en casa haciendo filigranas para llegar a final de mes, sabemos que una monarquía nos asfixia aún más, perdonen que les diga. Y este dibujo al menos nos hace reir y nos desahoga un poco, qué carajo. Claro que tal vez lo que moleste sea la posturita. ¿Por qué? ¡Si es un dibujo! Madre mía, cuánta ñoñez.

Pero lo que cabrea no es el tema ni la portada en sí, lo que cabrea es que se refleje con este acto la verdadera realidad en que vivimos: época de las castas, de los tocables y los intocables, de los privilegiados y los apaleados. No nos engañen, señores jueces, estamos en un estado de menoscabo de la libertad de opinión. Esto es censura y punto. Hasta los monárquicos se han quedado de piedra...

Así no hay manera, algunos intentamos cada día arrancarnos de las espaldas la lacra de nuestra educación y de la de nuestros antepasados, de una cultura obsoleta y dirigida hacia el ombligo de una nación que no nos siente como iguales, sino como sujetos (y nunca mejor dicho, agarrados, dominados) , tal y como he creído entenderle a David de Ugarte en uno de sus últimos y magníficos posts; luchamos por avanzar, por desligarnos de unas cadenas cuyos eslabones se tejen con mentiras y falsas espectativas: Estado, nación, democracia, libertad, cultura, igualdad... Cambien el discurso de una vez, o abramos los ojos porque seguimos siendo vasallos.

Estoy harta de obligarme a pensar cada día que sigo en la Edad Media, que debo cuestionar cada pensamiento que mi mente produce porque gentes como ustedes, censores, adalides de la represión y la regresión no dejan de bombardearnos con sus arcaicas formas de gobierno y administración de justicia. Nos están asfixiando.

Vale, vale, seamos positivos, con la retirada del dibujito, lo que van a conseguir es una avalancha de protestas y la difusión por activa y por pasiva del mismo con más celo y vocación de la que jamás hubieran soñado los dibujantes si ningún juez henchido de celo le hubiese prestado una atención que tal vez se merecen más otras circunstancias.

HAY QUE DECIRLO MÁS.

domingo, 1 de julio de 2007

Mi Ernesto


Mi Che, sigue siendo ERNESTO, cuidado, Che es el apodo... que se lo gana día a día el muy mamón. Ya no hay quien duerma la siesta hasta que él no empieza a bostezar, entonces salimos los tres corriendo a acostarnos a ver cuánto le dura el sueño.

En realidad, no puedo quejarme, entiende que te mueres de bien, lo del SIÉNTATE, VEN AQUÍ y saltar de un sofá a otro, como si fuera un trapecista... se pega unas leches y empieza a gritar como loco uyu yu yui yui yui yui, así con todas las vocales y LA consonante. Demasiado aguanta para lo pequeñito que es y la cantidad de borriquerías que hace. El día 30 cumplió 3 meses. Todo un hombretón que se revela si le complicas la vida o restringes sus privilegios.

Ya le van gustando los mimos, todavía no sabe besar (igualico a mi Rita, que si te descuidas, mete la lengua por la oreja y la saca por el ombligo...), y se queda flipado cuando le comes la tripilla a besos; éste es más higiénico y te espulga con los dientecillos pequeñitos de delante, te da una grima y unas cosquillas que te desmayas, es así el muchacho, algo rústico pero sanote. Estos últimos días está más liado que la pata un romano con lo del pis. De repente, echa a correr de un lado para el otro (siempre se espera hasta el último momento para tan aliviadora acción) con el chorrillo suelto porque claro, entre el patio, la planta de arriba y la terraza, no se aclara el hombre. Sí que domina lo de ponerle "de patitas en la calle" y nunca más apropiada la expresión, y ponerse él ipso facto a hacer sus necesidades como si le fuesen a pagar o algo. La leche.

Parece un espárrago, no para de crecer a lo largo, patas de cigala y de cuerpo de culebrilla, como esos globos de las fiestas infantiles, no sé. Eso sí, en las orejas, ha echado el resto. Supongo que no se molestará en que crezcan hasta los dos o tres años porque, como en cuestión de diez días han cogido el tamaño de las de Dumbo, pues podrá dedicarse a los dientes o a los ojos, que los tiene de ratón...

¡Mi chico! No hay sensación mejor que cogerlo en brazos cuando está agotado (en cualquier otra hora corres el riesgo de que te enganche la nariz o una oreja y te haga un piercing gratis -pero con dolor-) porque se queda quietecillo y le suena un corazón pequeñito pequeñito como un tamborcito de juguete... No más de tres minutos, puesto que ha salido a mi madre, no soporta el calor. En seguida se tira al suelo y empieza a croquetear.

Ayer le enseñamos el juego de los globos, los llenos de aire y los rellenos de agua... Una risa, no sabía coger sin pinchar y se pegó una buena ducha y cuando le daba tiempo, se tragaba los restos de la explosión y volvía como una exhalación a que le hinchásemos otro. Rita pone la boca así como gomita, blanda, y empuja el globo y juega con él un rato hasta que acaba estallando despacito, sin ruido. El otro, como tiene ese morro afilado como un tiburón, es un experto en los rabitos del globo o en coger cosas planas y, desde luego, cuando hinca el diente, salta el globo en mil pedazos y las estelas del agua parecen rayos de sol lanzados al vacío con inmensas ganas.

Nos ha revuelto las comidas y las horas de la peli; por la noche, bosteza de tal manera que parece que se ha tragado una sirena de las ferias, le gusta ladrar (a nosotros no), dormir pegado a las frías losetas y saltar detrás de cualquier pelusa que el viento empuje a revolotear. Sigue sin pedirle más a la vida que otra buena ración de comida y una juerga cuando el sol se acuesta. Sencillo y feliz, ajeno a lo que le espera...


La esterilización tendrá que llegar, inevitablemente, antes de que madure del todo. Estas medidas drásticas que escandalizarían al ser humano si se aplicasen contra él, son adoptadas con total naturalidad cuando somos nosotros los que las perpetramos contra los seres que -para mayor escarnio- ayudamos a proliferar hasta la plaga. Ratas, palomas, gatos, perros... domesticados para luego denominarlos "sobrantes" que hay que aniquilar. Esto se ha convertido en un serio problema, tan grave que hasta yo reconozco que es mejor no engendrar para luego sacrificar en perreras, cunetas, cosos de peleas, colgar de los árboles o despellejar, apedrear y tantas otras miles de maneras creativas más, que demuestran lo depravado que puede llegar a ser el ser humano.

Así que, un Che inconsciente de su inminente castración, imita ahora juegos de lucha, de toma de poder y de dominación con la que cree que es su madre o su paciente hermana mayor, ajeno a la dictadura del ser que le acoge en casa y que con todo su cariño -como si de un Estado totalitario y paternalista se tratara-, va a cercenar su capacidad de procreación, sus sentidos más intensos y primitivos, sin por eso evitarle el sufrimiento de sentir las hormonas provocar una guerra para la que no tienen misiles que lanzar.

Feliz inocencia, Che, guerrillero sin revolución.