jueves, 25 de octubre de 2007

Como una niña chica

Esta semana he pasado unas tardes estupendas viendo cine del bueno. De ese que cuesta encontrar hasta en los video clubs como el que yo frecuento, que tiene una amplia selección de pelis independientes. Voy a ofreceros cuatro títulos, no soy experta en críticas de cine (ni de nada, me encanta el chismorreo post-comilona, en familia o con amigos, pero avanzar así, sin nada que ofrecer antes, una crítica -y menos de las duras- sobre algo que no domino, me da un poco de pudor), no obstante, como he gozado y hasta aplaudido en la intimidad de mi cuarto con las pelis descargadas, trataré al menos de contaros qué me han hecho sentir.

MANDERLEY, segunda parte de DOGVILLE, de mi admirado Lars Von Triers. Intensa y elocuente como todo lo que él crea. Dogville me rasgó las entrañas porque identifiqué en algunos aspectos la vida de la protagonista, aparentemente aceptada (adoptada) por un pueblo... con la mía propia. Manderley es tan afilada como la primera, profunda en sus puñaladas, otra nueva disección "contra" el pueblo americano, su hipocresía, su doble moral. El mismo personaje principal encarnado por dos actrices distintas que bordan su papel de víctima/líder/verdugo/víctima. (Aunque me quedo sin dudarlo con Nicole Kidman) Von Triers da bofetadas de realidad hasta en las letras de crédito. El tema del racismo, que toca Manderley desde un punto de vista muy original aunque a la vez muy utilizado (¿Quién no ha dicho alguna vez: "Yo no soy racista"?) por el común, nos hace replantearnos nuestros conceptos. Cuando los inmigrantes empapan nuestro día a día, en las noticias (la pobre menor golpeada en el metro, el viajero negro intimidado por un crecido revisor...), en la calle, en los trabajos y patios de vecinos, podemos sentarnos a ver esta película creyendo que estamos a salvo y terminarla con una sensación de colleja importante en la nuca. La prepotencia del nativo, del que se siente superior porque el otro no domina nuestro idioma en vez de pensar que somos nosotros los que debemos lanzar puentes, crecer comunicándonos, abrir los brazos y acoger para salir enriquecidos, ese "tú" que lanzas a los moros, sudamericanos o los chinos que atienden educados en sus exitosos negocios, ese prejuicio que asevera condescendiente cuando la muerta número X a causa de la violencia de género es a manos de un "extranjero", como si nosotros no asestásemos golpes mortales con denominación de origen. Al terminar Manderley, sabemos -si somos honestos- que todos somos culpables en mayor o menor medida. Desde aquí, una crítica más al uso...

La tarde siguiente la pasé parapetada tras los cojines con LA PRUEBA DEL CRIMEN, (ojo con el enlace, puede desvelar datos...) pegando tiros a diestro y siniestro y dejándome llevar por la sed de venganza y la justicia callejera al estilo gringo. He de decir que enseguida capté algunas claves de la peli, sin por ello dejar de interesarme su desarrollo trepidante. Un tipo metido en problemas con la mafia rusa e italiana por la sorpresiva actuación del amiguito de su hijo, nos zarandea por toda la ciudad vertiginosamente, sin tiempo para juzgar lo que está bien y lo que está mal, sintiendo la necesidad de acudir en su ayuda inexorablemente e incluso sanciándonos ajustando cuentas a los malos sin querer escuchar al pepito grillo antiviolencia que los buenos llevamos dentro. Como diría mi amiga Arantxa, "super-super-emocionante". Y me quedo con las ganas de deciros que hay algo por lo que la recomiendo encarecidamente a todo el que le gusten las pelis de acción y sea a la vez un inocente osito possshhhitifffo, sssiemmmmprreee poossshhhitiffffo.... :P

UNA MIRADA A LA OSCURIDAD (ojito con el link) es un juego con el retoque fotográfico... jejeje, no me peguéis, esa es la sensación que una ignorante como yo tiene cuando ve los primeros fotogramas o dibujitos... luego es divertido reconocer a Keanu Reeves o a Woody Harrelson. He de confesar que la dejé a medias porque mis peludos reclamaban su rato de juegos así que, aunque me divertí mucho con tanta incongruencia, no puedo sacar mayores conclusiones de una supuesta panda de porretas... Me sentaré a verla con toda seriedad porque está basada en un relato del siempre curioso Philip K. Dyck y eso debería ser garantía de entretenimiento, por lo menos. (...)

Una vez leída la crítica que os enlazo, confieso que me enfrentaré a ella con más paciencia.

Por fin llego al lugar donde quería: PEQUEÑA MISS SUNSHINE, ¡qué divertida! ¡Qué familia, tú! He reído sin descanso, todos los personajes de esa pintoresca familia (por ser americana, ya sabemos: siempre tan correctos, tan guapos, tan planchaditos y todo) son de carne y hueso por estrafalarios que parezcan, te los crees, te enganchas a ellos, menos al padre, qué idiota, pobre, al cual hasta llegas a comprender durante ese viaje en cacharrigoneta por California. He aplaudido y animado a la estrambótica familia, a que no se desparramen por ahí, porque son tan raros y a su modo tan auténticos, que merecen seguir juntos si se aguantasen... Como una niña lo he pasado, por momentos, emocionada con ese toque final descarado y balsámico. ¿Poco creíble?, desde luego, pero ¡qué importa!. Te deja el cuerpo genial, esperanzado con el cine norteamericano (el independiente) e incluso con su pueblo, que parece tan perdido que no es ya capaz de recuperar el sentido del humor, mucho menos el común. Mira que son anticuados y casposos, por favor. Si existe gente así por allí, aún queda vida en el Planeta. A riesgo de exagerar, grito: ¡maravillosa, deliciosa, extravagante! Hasta tiene toques de humor negro español. Hacía algún tiempo (no mucho que últimamente veo mucho cine (EL NÚMERO 23, LA CANCIÓN DE CARLA...) que no lo pasaba tan bien. Una gozada, sí señor.

A por ellas, oé, están todas en la mula y en calidad DVD, amig@s, no hay excusa.

2 comentarios:

Imagine Photographers dijo...

No tengo ocasión de ver muchas péliculas, pero ultimamente vi una vieja pelicula que me encanto,se llama "La Estrategia del caracol". Te la recomiendo.
Saludos

Anónimo dijo...

¡Sí, buenísima! Ahora que lo dices, me gustaría volver a verla. Gracias por recordármela, la apunto, la apunto... :)