martes, 22 de mayo de 2007

Una ciudad amable

Estoy hablando de Cuenca. Castilla - La Mancha. España. No debería, porque lo último que deseo es que se abarrote y pierda su encanto pero, no obstante, se merece unas "¡GRACIAS!" de lo más intensas porque hasta puedo escribir estas letrillas conectándome gratuitamente a Internet. Me he cruzado con gente afable, sin estrés, dispuesta a saludar o a ofrecerte la información que necesitas. Está creciendo, la especulación inmobiliaria no se olvida de ningún rincón del mundo, y ahora mismo, seguramente peligren muchas zonas de la Alcarria o la Serranía conquense, aún así, da gusto pasear por sus calles, tiene de todo tipo, las estrechas y empinadas que te llevan hacia el castillo, la Torre Mangana o la catedral y las avenidas modernas, con sus urbanizaciones con piscina y parques donde quiera que mires. Hasta tiene un video-club donde el propietario presume de preferir "hacer amistades" a amasar fortunas. Amante del cine clásico y el independiente, todo un oasis de la profesión. Gracias también.

En una época de mi vida tumultuosa y crítica, descubro mi lugar y me instalo en él. Lo que intento es encontrar mis raíces, sí, yo las necesito. Pero mis raíces hablan de lugares sin tierra o aferrados a ella, mis raíces se refieren a regiones cercanas o lejanas, urbanas, rústicas o exóticas, mis raíces se nutren de sentimientos y pasiones, de respeto y curiosidad de ladridos de perros juguetones y arroyos luchando por fluir limpios. De mentes proyectando un futuro en armonía. Allá donde Juanan, Rita y este mundo se encuentren, encontraré mi casa.

Mientras tanto: "Buscando raices" de Daniel Higiénico
Disfrutad.

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